En superficie, la configuración no está muy definida, con un débil anticiclón atlántico y una baja térmica no muy marcada sobre la Península. Esta baja térmica advecta aire marítimo sólo sobre la costa catalana, lo que justifica la localización de las precipitaciones.

En 500 hPa una vaguada tiene su eje sobre los Pirineos. El forzamiento dinámico positivo solo afecta a Cataluña. Si existe inestabilidad termodinámica, se producen precipitaciones convectivas, favorecidas por el flujo marítimo y el efecto de la topografía costera.

Este tipo puede considerarse como la evolución de una situación del tipo D4, con el desplazamiento hacia el este de la pequeña vaguada móvil que caracteriza a estos tipos.

Presenta un ligero máximo estival, algo menor en primavera, y un claro mínimo en invierno, en concordancia con la existencia de baja térmica sahariana.

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